Cuanto más sonreía, más ganas tenía de odiarlo y aun así, eso era precisamente lo que lo hacía imposible.

domingo, 27 de mayo de 2012

Te lo prometo.

+Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
-Para siempre es mucho tiempo, se pueden torcer las cosas y podemos acabar odiándonos.
+Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
-No lo creo.. Si me odias no me querrás ver..
+Pues cierro los ojos.
-No me querrás oír.
+Pues no te dejaré hablar.
-¿Entonces?
+Te abrazaré y te diré.. ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo decía enserio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario