Cuanto más sonreía, más ganas tenía de odiarlo y aun así, eso era precisamente lo que lo hacía imposible.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Eres tan..
Eres tan egoísta que empiezo a pensar que no te mereces nada, ni promesas de futuro, ni álbumes de recuerdo, ni que llame a la puerta de tu casa, porque cada vez que llueve alguien se ahoga, pero a ti te importa una puta mierda.
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