Cuanto más sonreía, más ganas tenía de odiarlo y aun así, eso era precisamente lo que lo hacía imposible.

jueves, 5 de julio de 2012

Cuando me miras. cuando me recorres con tus dedos, cuando sonríes mientras me besas y suspiras en mi oído. Cuando ríes, cuando tus labios susurran esas ocho letras, me pierdes. Todas esas cosas se quedan grabadas y vuelven a mi cuándo te pienso, si no estás aquí.
Por muy lejos que tenga que ir y muchas vueltas que de, siempre vas a seguir ahí, en ese rinconcito de mi mente que me anima a seguir adelante, con lo que me toca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario